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EL HOCICON: Reflexiones...
La vida no será la fiesta que todos deseamos, pero mientras estemos aquí, debemos Bailar"
Para entender, el valor de una hermana, pregúntale a alguien que no tiene una.
Para entender el valor de 10 años pregúntale a una pareja recién divorciada.
Para entender el Valor de 4 años, pregúntale a un recién graduado.
Para entender el valor de 1 año, pregúntale a un estudiante que fracasó en su examen final.
Para entender el valor de 9 meses pregúntale a una madre que acaba de dar a luz a un bebé prematuro.
Para entender el valor de 1 semana, pregúntale a un editor de un periódico semanal.
Para entender el valor de 1 minuto, pregúntale a alguien que ha perdido el tren, el autobus ó un avión.
Para entender el valor de 1 segundo, pregúntale a alguien que haya sobrevivido un accidente.
El tiempo no espera a nadie. Atesora cada momento que tienes, lo apreciarías más si lo compartes con ese ser especial.
Porque...para entender el valor de un amigo o un ser querido, basta con PERDERLO!
"EL HUMOR ES UN ATRIBUTO DE LA INTELIGENCIA"
El Hocicón: Por... Tí...
Cine: La Teta Asustada Magaly Solier
Solier pasó la prueba y tuvo dos escollos más: audicionar en Huanta y Lima. A los pocos días, y tras aprobar con distinción sus caracterizaciones, estaba arriba de un avión rumbo a Madrid para conocer a los inversores e iniciar el rodaje de “Madeinusa” (2006), el debut fílmico de Llosa y su primer papel protagónico. “Nunca tuve la idea de ser actriz. Fue algo que no se me pasó por la cabeza”, confiesa.
La película se presentó en festivales y tuvo buena acogida. Pero también sirvió para afianzar la relación laboral con la cineasta. Cuando “Madeinusa” tenía apenas unos días de exhibición, Llosa le propuso a la actriz liderar su próximo proyecto: “La teta asustada”.
Entonces, le adelantó la trama. Le dijo que era un filme vinculado al pasado de violencia terrorista peruano -cuando Sendero Luminoso instauró el temor en la población- y que ella sería Fausta, la protagonista que sufre el síndrome de “la teta asustada”, una enfermedad que se transmite por la leche materna de las mujeres que fueron violadas o golpeadas durante ese periodo guerrillero. “Me preparé unos seis meses antes de hacer la película. Era bastante fuerte, porque Fausta estaba en el vientre materno cuando su madre fue violada y su padre asesinado. Y son dos campesinos. Empecé a componer canciones para la película y a investigar con mujeres reales que habían sido víctimas de maltratos y abusos”, cuenta.
-¿Y qué descubriste?
-Muchas cosas. Fue muy triste porque hablé con señoras que son mayores que mi madre y cada una de ellas llevaba algo de Fausta. Tenían miedo y el trauma de no poder hablar y decir lo que pensaban. Tenía que hablar con ellas en quechua para que tuvieran confianza en mí. Un día, viendo el canal Animal Planet para relajarme, vi movimientos de animales como el tigre, las palomas y el hipopótamo y encontré a Fausta. Como ella, los animales no hablan y sólo miran. El hipopótamo, por ejemplo, tiene una mirada muy intensa y es muy lento de movimientos. Igual que Fausta, que por tener miedo no es muy proactiva.
Fausta es una mujer sola, abúlica y que tras el deceso de su madre, queda a cargo de un tío que la quiere y aconseja. En su tristeza, la muchacha guarda un secreto: para evitar ser violada como su madre, se inserta una papa en la vagina creyendo que no sufrirá la misma profanación de su progenitora. Esa fotografía trágica del Perú de los ’80 fue un hit. Se transformó en una de las películas más vistas en ese país y logró premios impensados. En 2009, obtuvo el Oso de Oro al mejor filme en el Festival de Berlín y fue nominada como mejor película extranjera en los premios Oscar 2010 y en los Goya español. “Cuando ganamos en Berlín, lloré de la emoción y gritaba como una loca. Me puse a hablar en quechua, algo que nunca nadie había hecho en ese escenario. En un momento, levanté la vista y la gente sólo escuchaba y algunos se pusieron a llorar, aunque no entendían nada. Hasta canté un tema dedicado a todas las mujeres de la Sierra que me apoyaron en todo momento. Fue increíble”, dice.
-Leí que fue triste para ti no haber conocido a tu ídolo, Clint Eastwood…
-Eso fue en los Oscar. Me moría por conocerlo porque él es mi dios como actor y director. Pero no fue y quedé triste. Estaban casi todos los actores de Hollywood esa noche. Me acuerdo que me impactó mucho Maggie Gyllenhaal, la protagonista de “La secretaria”, que me gustó mucho. Quise sacar unas fotos y no me dejaron. Y tienen guardaespaldas que se ponen encima y no puedes ni mirarlos. Es terrible.
Judas Priest y Chile
“La teta asustada” -que se estrena este jueves en el Cine Arte Alameda- le dio prestigio y le abrió puertas. Fernando León y Mateo Gil, dos directores españoles de la nueva generación, la ficharon para sus películas “Amador” y “Blackthorn”, respectivamente. “Están filmadas, pero por contrato no puedo hablar de ellas”, reconoce.
La bonanza laboral le ha dado oportunidad de sumergirse en la música, su mayor pasión. “Desde los 8 años canto en concursos de colegios. Representé a Huanta cinco años seguidos. Adoro la música, aunque la primera vez que canté en público se me olvidó la letra y hasta hoy me da miedo subir a los escenarios”, cuenta.