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EL HOCICON: Reflexiones...
La vida no será la fiesta que todos deseamos, pero mientras estemos aquí, debemos Bailar"
Para entender, el valor de una hermana, pregúntale a alguien que no tiene una.
Para entender el valor de 10 años pregúntale a una pareja recién divorciada.
Para entender el Valor de 4 años, pregúntale a un recién graduado.
Para entender el valor de 1 año, pregúntale a un estudiante que fracasó en su examen final.
Para entender el valor de 9 meses pregúntale a una madre que acaba de dar a luz a un bebé prematuro.
Para entender el valor de 1 semana, pregúntale a un editor de un periódico semanal.
Para entender el valor de 1 minuto, pregúntale a alguien que ha perdido el tren, el autobus ó un avión.
Para entender el valor de 1 segundo, pregúntale a alguien que haya sobrevivido un accidente.
El tiempo no espera a nadie. Atesora cada momento que tienes, lo apreciarías más si lo compartes con ese ser especial.
Porque...para entender el valor de un amigo o un ser querido, basta con PERDERLO!
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El Hocicón: Por... Tí...
miércoles, 11 de agosto de 2010
Mujeres de saco y corbata: Masculinización para buscar el éxito.
Cuáles son las causas para que la mujer se transforme en una mujer masculina.?, “culturalmente la sociedad ha sobrevalorado los atributos masculinos, debiendo las mujeres crecer dentro de paradigmas en que la masculinidad es signo de fortaleza, creyendo que al revestirse de ella adquirirán los mismos atributos de fuerza, competencia y agresividad, pretendiendo aún más que con estas herramientas no serán vulnerables a un acoso o dejar de ser discriminadas por su propio género”. Es un desafío constante de las mujeres demostrar en sus trabajos y ante los puestos de poder que se encuentran ahí por sus habilidades y competencias y no sólo por sus atributos físicos”.
La pregunta que uno se hace es ¿por qué están fracasando las mujeres masculinizadas en las relaciones afectivas?”fracasan por las altas expectativas, la mujer intrínsecamente espera un hombre rescatador, esto proviene de la culturización del género desde los cuentos en que siempre la mujer es rescatada por el príncipe azul que es ‘fuerte y valiente’. Sin embargo, en esta sociedad donde aquellos atributos son sobrevalorados y la mujer no quiere verse como ‘débil en búsqueda de su príncipe’, adopta estas características intrínsicamente masculinas y deja de lado su femineidad, buscando a un par. No obstante, al hombre le sigue atrayendo la idea de ser rescatador, por ende rara vez se fija en una mujer que tiene todos su asuntos resueltos, con características tan potentes y masculinas, lo que conlleva a una frustración de las expectativas de ambos, cuando se ven enfrentadas a la realidad”.
Obligadas a rendir en el plano personal, social y profesional, las féminas han buscado un camino que les ayude a encontrar la fuerza necesaria para competir de igual a igual con los hombres, lo que ha devenido en que la mujer deje de lado su esencia femenina, no dejando espacio, ni siquiera para que la conquisten, ya que confunde la caballerosidad con un gesto de ofensa hacia su fortaleza, escudándose en que es anticuado o siútico, y que no “necesita” de esos gestos, porque ella puede hacer todo sola, transformándose a la larga en un símil, más que un complemento.
Hay que dejar claro, que “no es que la mujer no deba tener igualdad en los derechos, porque claramente sí los tiene, pero una cosa es similitud de oportunidades y lo otro es dejar su esencia convirtiéndose y transformándose en el sexo opuesto, dejando de lado características femeninas tan atractivas y necesarias para una relación de pareja”.
Pareciera ser que la clave para una buena relación consistiría en: valorización de las características constitutivas de cada género, igualdad de oportunidades sin perder su particularidad y sobre todo complementariedad de pareja.
Debieron pasar siglos para que la mujer comenzara a suplir un rol que estaba socialmente destinado para el hombre, como proveedor económico de la familia, y es ante esta nueva necesidad de ser tratada como un igual, que se comienza a manifestar la masculinización femenina, (que de no ser asumida con el equilibrio preciso y respetando la condición de género, puede traer consigo una serie de repercusiones negativas). Ya que en esta nueva era, donde los aspectos masculinos, sobre todo en el ámbito laboral, han sido sobrevalorados, la mujer ha tenido que subirse al mismo tren, sumándose en su mochila un rol más.
El género femenino de por sí tiende a asumir muchos roles, y aunque su rendimiento sea adecuado en todos los ámbitos como laborales, profesionales y personales, pareciera ser que siempre se sintiera en falta, sobre todo en el aspecto familiar y más específicamente en la maternidad., que “es ahí cuando empieza a invadir la culpa o entorpecer su calidad de vida, y es precisamente en aquel momento donde es saludable preguntarse cómo lograr aquel preciado equilibrio entre ser lo suficientemente masculinizada para ser competente ante esta nueva sociedad, pero resguardando su femineidad y sus características constitutivas”.
La culpa femenina es un sentimiento que embarga y que muchas veces intenta suplir la mujer masculinizada con lo aprendido en su nuevo entorno, es decir, esa falta en el hogar trata de recompensarla con lo que el género masculino valora, como es lo concreto, la materialidad del objeto. Sin embargo, se recomienda que ante dichas situaciones la mujer recurra a sus aspectos más femeninos, deje de lado la culpa y aproveche el tiempo que tenga con su seres queridos, familia e hijos, ya que muchas veces entregar calidad es mejor que cantidad, y para ello se sugiere que recurra a aspectos tan característicos de su género como son los afectos, el abrazo, la acogida.
De igual forma que “biológicamente están hechas de esa manera, su útero es un hogar que da vida, acoge, contiene y sostiene con ese calorcito que sólo su ámbito constitutivo de género sabe dar, apelen a eso, no cuesta dinero, ni mayores esfuerzos, simplemente dejense llevar y entreguen ese abrazo cargado de afecto que su género tan bien sabe entregar y que tantos frutos sociales y personales da”.
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